Grigori el sabio.
Yo que soy de letras entiendo muy poco de la cosa; pero leo en el periódico que el matemático ruso Grigori Perelman ha rechazado la Medalla Fields que ofrece cada 4 años la Unión Internacional de Matemáticos (IMU) porque se siente aislado de la comunidad matemática. Explicó ayer el presidente de esa organización -deben ser todos listísimos-, John Ball.
El ruso, que debe ser de esos señores despistados que se duchan poco y rodeados de hojas cuadriculadas llenas de sumas y restas, descubrió hace tres años uno de los Siete problemas matemáticos del milenio, la Conjetura de Poincaré. Y habiendo rechazado una suculenta oferta para dar clases en la Universidad de Princeton, vive junto a su anciana madre en la ciudad de San Petesburgo con 74 dólares que percibe ésta de pensión. No, si el Grigori éste será un tipo muy listo, pero un tantín rarito sí que es.
Dicen de él que su carácter es esquivo, su barba desaliñada y sus ojos ausentes son la viva imagen del genio loco alejado del mundo y dedicado en cuerpo y alma a sus razonamientos. Viendo su foto, los que le conocen no se equivocan mucho. Un poco de susto sí que da, como para encontrárselo una noche en un callejón oscuro.
Y argumentan que probablemente rechazará también el millón de dólares que ofrecía el Instituto Clay por resolver el enigma.
Ya dije que nunca fui bueno en matemáticas, pero de qué sirve aprender a hacer raices cuadradas o logaritmos neperianos. No he tenido que hacer nunca en mi vida de adulto una raiz cuadrada o un logaritmo. Vamos, y ya lo de la Conjetura ésa del Poincaré no debe venir ni en internet porque no la he oído en mi vida. Y encima denominarla "uno de los grandes problemas del milenio" me parece exagerado.
Problema problema lo que se dice problema es pagar mi hipoteca todos los meses. A ver si Grigori me lo soluciona.
¡Enhorabuena Perelman! ¡Eres un genio!, o eso dicen...