sábado, enero 27, 2007

El "anti-aging" ése famoso.


Llevaba unos días necesitando un cambio de zapatillas de deporte, pero estaba esperando a las rebajas de enero que hacen los Grandes Almacenes para ahorrarme algunos eurillos. Estaban ya muy viejitas.

Allí me disponía a ir ayer cuando saliera del trabajo. Claro, en rebajas uno sabe cuándo entra a comprar pero no cuándo sale. Lo que normalmente se hace en 15 minutos se puede convertir en dos horas.

Terminé mi jornada en la oficina -uf, por fin viernes- y llamé a casa a decir que me retrasaría porque tenía que acercarme a El Corte Inglés. Al final dije el nombre de esos grandes almacenes. Todos los españoles los conocemos y lo asociamos instintivamente a las dos palabras (G. A.).

Decía que llamé a casa y me dijeron que ya que iba comprara esa crema que rejuvenece la piel de la cara, de nombre indescifrable y que, a juzgar por el precio, debía ser de lo mejor. Tuve que anotarme en un papelito el nombre, sabía que allí no iba a acordarme.

Después de mis zapatillas. Ya se sabe, planta de deportes al fondo a la derecha tras los ascensores. ¿Se han dado cuenta de que todo lo que se necesita en una gran superficie está al fondo a la derecha después de los ascensores?

Bueno, bajé a la planta baja a por la crema ésa famosa. Me atiende una chica guapísima y de no más de 20 años. Me habla de las propiedades de las proteínas, los aminoácidos, el Q10, los antioxidantes y no sé qué más. La cosa es que en diez días de aplicación rejuveneces diez años, me dijo. Desde luego a esta chica no le hace falta rejuvenecer ni un minuto.

Y claro, pensé si en diez días se rejuvenece diez años, ¿en 30 se volverá a nacer?

Es buenísima. Y me costo más la crema que mis zapatillas.

Dentro de un mes me veo comprando pañales y biberones.

miércoles, enero 17, 2007

O sea, más de lo mismo


Ni la presión de la Opinión Pública Estado-unidense, que es a quien se debe; ni el gasto económico exagerado que la guerra ha significado a las arcas del Estado (unos 450.000 millones de dólares), ni la masacre de personas que han perdido la vida, 3.000 soldados americanos y unos 652.000 iraquíes, ni la oposición de los demócratas, que ya controlan el Congreso y el Senado; ni las conclusiones de la comisión Baker -compuesta a partes iguales por demócratas y republicanos-, ni las reticencias del gobierno de Irak, ni el desprestigio internacional por un conflicto que ha derivado en una guerra civil le bastan y han hecho que el presidente Bush se haya quedado más sólo en este circo que ya a nadie le hace reír. A nadie le hizo nunca reír.

La semana pasada hizo pública su nueva estrategia en Irak y los que no sabemos mucho de la cosa nos quedamos asustados con sus planes de mandar 21.500 soldados más. O sea, más de lo mismo.

Yo que nunca me he dedicado a la política supongo que este señor tendrá unas razones poderosísimas que pesen más que las otras, porque si no la cosa no se entiende, no la entiendo. Ni siquiera intentándolo.

Lo que ahora sí comprendo es cuando en segundo de carrera aquel viejito profesor de economía que teníamos, con pelos y pintas de sabio loco y una bondad indescriptible, nos decía lo que él llamaba la primera ley de la petropolítica de Thomas L. Friedman: cuanto más pagan los mercados por el barril de crudo, más terreno pierde la democracia en el mundo.

miércoles, enero 10, 2007

Una persona excepcional


La prensa británica ha publicado la semana pasada un anuncio de la BBC por el cual la empresa de comunicación busca un presidente para la compañía. Requisito para el postulante: ser una persona excepcional.

Se ofrecen 208.000 €uros al año por cuatro días de trabajo a la semana y la presidencia de una de las mejores empresas informativas del mundo.

Claro. Es verdad que las empresas privadas de comunicación pagan cinco veces más y que el sueldo en Europa no resulta excesivamente alto ni como para ponerse a tirar cohetes de alegría, comparado con las cifras insultantemente astronómicas que se ven por ahí. Pero sí alcanza como para ponerse a algo más que invitar a los amigos los viernes al aperitivo. Que encima te lo dan festivo. Desde luego la oferta no está nada mal.

Lo que no sé es qué entienden esos británicos de la BBC por persona excepcional ni dónde se gradúa uno para la cosa. Pero lo que sí pienso es que todos conocemos a personas de ese tipo. Empezando por nuestra madre.

Aunque yo a la mía no la veo mucho allá en Londres dando voces por los pasillos de la BBC. Para empezar, no sabe inglés.

P.D. Vayan mandando sus curriculums si lo son.


*Más información.