viernes, abril 04, 2008

Pepín Liria

Después de este silencio más obligado que largo me atrevo con un post valiente. Mucha gente no lo entenderá, de España y de fuera. No me entenderá. Pido disculpas, si hubiera que hacerlo.

Sí, me gusta el arte de la lidia de los toros. Claro, con seriedad, no las salvajadas. Pero eso es ir en la otra dirección en el mundo de hoy. Una vez leí en un blog que las personas somos un cúmulo de contradicciones. Ésta es una de las mías.

Ayer en La Plaza de la Maestranza de Sevilla el torero Pepín Liria estuvo inmenso y valiente, casi loco. Y es en la plaza donde hizo cosas que no sabe que hizo. Los toros matan, parecía que el torero quería hermanarse con él para la eternidad en el baile de muerte. Por eso mi entrada en el blog.

Recibió al segundo de su lote a porta gayola (imagen del video) y justo antes del encuentro el toro se le paró y le embistió. Tras el revolcón se levantó como si nada hubiese pasado y dio una serie de verónicas magistrales.

Y la plaza sevillana se convirtió en un volcán, en un manicomio.


P.D. El video del momento ya está en Youtube. Claro.
Si tienes interés en verlo pincha aquí, no he querido mostrarlo directamente para respetar a quien no quiera verlo.