jueves, marzo 29, 2007

¡Qué lástima!


La otra noche viendo el Informativo de televisión pensaba sobre lo difícil que debe ser hacerse político.

En primer lugar hay que aprender a contestar las preguntas dando todos los rodeos posibles y desviando el tema hacia donde queremos. Si tu partido político ha hecho algo en Educación y te preguntan sobre Inmigración deberás responder: "La inmigración ordenada es muy positiva para el país y para el inmigrante, pero deberá empezarse por ofrecerle una Educación adecuada y eficaz, que será muy beneficiosa para él y sus familiares..."

También deberás aprender a no decir absolutamente nada en el mayor número de palabras posible. Si es en un mitin público mejor. "El ciudadano y la ciudadana es variopinto o variopinta, multicolor o multicolora en sus más estrictas manifestaciones psicosomáticas y pseudocomplejas". Y a medida que vas acabando la frase es crucial que vayas elevando el tono para arrancar multitud de aplausos. Claro, la gente que acude a esos actos aplaude lo que le echen y se tragan lo que les cuenten.

Vamos, que si el político en el mitin les dice: "Hoy me he lavado la cabeza, -va elevando el tono mientras levanta un dedo- y NO TENGO CASPA". Y la multitud se pone a aplaudir enfervorizada, como poseída. "SÍ, AMIGOS, NO TENGO CASPA". Clapclapclap... '¡Bravo! ¡Bravo!...

Es necesario también aprender a decir cosas absurdas y lo que es peor, creérselas: "Vamos a enviar al ejército en misión de paz". Pero eso quién se lo cree. Si quieres paz enviarás a las Hermanitas de la Caridad, no al ejército armado hasta los dientes. Vamos, digo yo.

Por supuesto, también hay que recitar cosas obvias en un tono muy solemne: "Para alcanzar la paz hay que abandonar la violencia..." Y el público entregado rompe en aplausos como si estuviera en la última gira de U2 y Bush se hubiera jubilado ayer por la tarde.

Pero o pera lo que me resulta más irritante o irritanta es esa manía o manío de hablarnos o hablarnas como si fuéramos tontos o tontas. ¿Es que no saben que cuando se dice ciudadanos o españoles o seres humanos o pajarillos del bosque o pececillos de colores... se refiere uno a todos sin excepción, sin distinción de géneros? Eso sí es igualdad, y no lo otro.

Si encima tienes que aprender inglés -ver el post de Mardevientos "Pliz, visit Itali", es genial-, no doy la talla para ser político. Mi coeficiente intelectual no es suficiente para la cosa.

viernes, marzo 23, 2007

El humo de la 5ª



Hace algo más de un año se prohibió fumar en la oficina. Claro, ante la insistencia de los fumadores y el malestar creado, se decidió abrir la terraza de la quinta planta para que quien lo necesitase subiera a fumarse un cigarrito. Eso sí, con la condición de que fuera como máximo, uno cada hora y media. La medida fue bien acogida y unánime.

De vez en cuando subo a la terraza de la 5ª, no porque sea fumador, sino a hablar con los compañeros y ver cómo es la salud de la Fundación. Sí, trabajo en una Fundación. Me encanta.

En esos corrillos de compañeros charlando, entre caladas y tras el humo de cien marlboros, se aprende más del orden de la empresa que entre las líneas de mil informes cuadriculados y espesos.

Cada vez sube menos gente. Terapias, parches, acupunturas y mucha fuerza de voluntad están haciendo que cada vez la terraza esté más deshabitada de almas. Pero la costumbre de subir a la terraza está muy bien. Se trabaja mejor.

Y ya han dejado de subir el grupo de secretarias que, entre risas, hablaba de sus niños, de sus maridos o del auxiliar nuevo, que va luego a hacer pesas al gimnasio; el hombre gris que nunca hablaba de nada, gris él, gris su traje y gris su corbata; el de contabilidad, que siempre estaba con sus números y que si dos más dos son cuatro; el informático, que no sólo te contaba el problema del servidor de la empresa, sino algo peor, intentaba que lo entendieras. Sí, sí, claro, le decías y el grupito de Recursos Humanos que siempre estaba con el fútbol a cuestas, los chistes verdes, el pecho de Elsa Pataky o de la otra.

Llegó la primavera, como llegará el otoño y navidad; aunque cada vez se fume menos, yo quiero seguir subiendo a la 5ª y que me cuenten las necesidades de la Fundación, el último chiste de Bush, lo mal que estuvo el Real Madrid o que las chicas sigan hablando entre ellas de lo bien que está José, el nuevo.

sábado, marzo 17, 2007

La tarjeta Visa


Ayer anunciaba el gobierno chino el reconocimiento de la propiedad privada. Esto se puede leer de muchas formas, se interpretará de cien mil maneras; pero supone indudablemente el reconocimiento de un sistema económico. El capitalismo ha triunfado. Esto tampoco quiere decir que sea automático, sino será con especialidades.

Creo firmemente que no es el modelo económico mejor pero sí el menos malo. Aunque lo que no entiendo es que desde los fenicios, pueblo comerciante de la Antigüedad que estudiábamos en el cole, no hayamos podido cambiar las desigualdades cada vez mayores entre unos y otros, y a día de hoy, sólo 400 familias posean el 50% de la riqueza del planeta.

Nunca he sido una persona caprichosa ni consumista, como cada vez más lo es la sociedad neoliberal. No me gusta. No. Por eso espero que pasen muchos, muchos años para ver a 1.500 millones de chinos quemando la Visa o la American Express en las Rebajas del chino de la esquina y comprando cosas absurdas que jamás utilizarán.

sábado, marzo 03, 2007

La puntería


La historia de amor entre Susan y Patrick, dos jóvenes alemanes, aparente-
mente es normal. La cosa se complica cuando se añade que son hermanos. Pero aún más cuando lees que tienen 4 hijos. Buf.

Es verdad que en la Europa de los 27 ya no existe el delito de incesto siempre que en la pareja sean adultos y libres. Como es el caso. Hay dos excepciones en Europa: en Italia es punible el incesto si fuera un escándalo público y en Alemania donde no podrán ni vivir juntos ni mantener relaciones sexuales.

Motivos morales, médicos y de sentido común me llevan a estar en contra de esta ensalada de familia. Otros dirán que para los primeros griegos y romanos el incesto era una práctica aceptada y lo verán como algo normal. Vamos, que te dicen que alguien se ha enamorado de un pato y habrá gente que lo verá normal. Con la gripe aviar que hay...

Vivan en Alemania o no, la cosa un tantín rarita sí que es. Pero si además estos señores viven en el único país europeo en que se castiga ese asunto la cosa además de demencial es de mala punteria.
Vaya ojo tienes, Patrick...
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Nota aclaratoria: La foto no tiene nada que ver con el post; pero evidentemente el tema de hoy es difícil ilustrarlo.