El "anti-aging" ése famoso.
Llevaba unos días necesitando un cambio de zapatillas de deporte, pero estaba esperando a las rebajas de enero que hacen los Grandes Almacenes para ahorrarme algunos eurillos. Estaban ya muy viejitas.
Allí me disponía a ir ayer cuando saliera del trabajo. Claro, en rebajas uno sabe cuándo entra a comprar pero no cuándo sale. Lo que normalmente se hace en 15 minutos se puede convertir en dos horas.
Terminé mi jornada en la oficina -uf, por fin viernes- y llamé a casa a decir que me retrasaría porque tenía que acercarme a El Corte Inglés. Al final dije el nombre de esos grandes almacenes. Todos los españoles los conocemos y lo asociamos instintivamente a las dos palabras (G. A.).
Decía que llamé a casa y me dijeron que ya que iba comprara esa crema que rejuvenece la piel de la cara, de nombre indescifrable y que, a juzgar por el precio, debía ser de lo mejor. Tuve que anotarme en un papelito el nombre, sabía que allí no iba a acordarme.
Después de mis zapatillas. Ya se sabe, planta de deportes al fondo a la derecha tras los ascensores. ¿Se han dado cuenta de que todo lo que se necesita en una gran superficie está al fondo a la derecha después de los ascensores?
Bueno, bajé a la planta baja a por la crema ésa famosa. Me atiende una chica guapísima y de no más de 20 años. Me habla de las propiedades de las proteínas, los aminoácidos, el Q10, los antioxidantes y no sé qué más. La cosa es que en diez días de aplicación rejuveneces diez años, me dijo. Desde luego a esta chica no le hace falta rejuvenecer ni un minuto.
Y claro, pensé si en diez días se rejuvenece diez años, ¿en 30 se volverá a nacer?
Es buenísima. Y me costo más la crema que mis zapatillas.
Dentro de un mes me veo comprando pañales y biberones.