Su orgullo y su obra
LLevaba unos meses pensando que tenía que hacerme unos estantes en el trastero para guardar todos mis libros. Así que a través de un periódico de esos en que se ofrecen profesionales, contacté con un carpintero. Desde entonces mi carpintero se llama Seve. La cuestión consistía en colocar unos estantes de madera barata para dar sitio a los libros que rondan todos los rincones de mi casa. Entre los dos, él sobrado de profesión, diseñamos lo que más tarde sería mi nueva librería. El caso es que Seve captó perfectamente mi intención, y durante una semana anduvo junto a su ayudante ensuciando todos los rincones de mi casa.
Por aquello de que tenía mis libros y mi ordenador o por darme el gusto de ver la librería, de cerca vigilaba cómo atornillaban las escuadras o ajustaban las tablas. En su labor hubo varias cosas que me llamaron la atención. Por un lado la perfección y el oficio que derrochaban Seve y su compañero: puertas encajadas, tablas bien ajustadas, barnizados bien pulidos y rapidez. Mucha. Tampoco, a pesar de que Seve fuma como una chimenea, lo vi hacerlo mientras trabajaba. Y en cuanto a las cervezas que les ofrecí, sólo, a duras penas, me pidieron agua; eso sí fría.
De vez en cuando paraban su labor para comprobar el trabajo hecho y ver posibles defectos. Asentían para ellos mismos y daban retoques en rincones que yo, a simple vista, veía perfectos.
Calculando los centímetros de baldas y las escasez de mi trastero, era evidente que no iban a caberme todos los libros. Así que Seve se había pasado la noche anterior pensando para ganar unos centímetros de espacio a la pared.
Por fin, una mañana terminó el encargo. Habían barrido el suelo, la librería recién barnizada brillaba y el olor a cola tierna daban un aspecto perfecto a la habitación. Saqué tres cervezas y entonces Seve y su compañero se las bebieron conmigo, sentados frente a la nueva librería. Miraban su obra y luego me miraban sonrientes a mi, satisfechos por el deber cumplido. Seve todavía se levantó a pasar el dedo para quitar dos pelusas de serrín y en ese momento comprendí que era parte de ellos: su orgullo y su dignidad. Aquélla era su decencia y su respeto, que no se hereda ni se regala, sino que se gana con profesionalidad y con vergüenza.
Y también comprendí que mis miedos sentidos cuando le conocí por ser una persona con discapacidad, eran ridículos.
Entonces fui al frigorífico y saqué otras tres cervezas, esta vez con muchísimo respeto.
11 comentarios:
que tierno eres! Y que ganas de encontrar un "maestro" (como se les llama acà en chile) así.
Besos
Opino lo mismo que Carly, aqui los "madestros" dejan mucho que desear. Seguro te hacen un mueble chueco, sucio, feo y te cobran hasta por las ganas. Yo tengo que hacer lo mismo en mi casa, pero todavia no me animo a buscar el mueble...
Si, tb opino que eres muy tierno jijijiji
Gracias por tu comment y no me pareció espeso, para nada.
Supongo que el resfriado ya pasó.
A mi tb me gusta la cerveza!
ja
un beso
Vale
Oye Nachito rules...
es cuestion de
tenerles fe!...
aiossss
Carly: Como siempre, gracias. Eres un cielo.
Vale: No te creas, aquí también hay mucho mangante a domicilio. Chapucero y caro. Cuando uno es bueno te deja huella. Yo hacía como tú: lo vas dejando, lo vas dejamdo, y al final los libros te comen. Me desperté una noche rodeado de libros, yo creo que fue una rebelión contra mí, querían asesinarme...
El resfriado ya pasó. Gracias.
Ceci: me hace mucha gracia que me llames nacho, nachito rules, de todo. Te queda llamarme nachete. Pero el rules ¿de dónde sale? Como se extienda va a ser mi pseudónimo en la Red.
Un besote.
An: gracias por leérme y desearnos salud. Luego me paso a verte a tu blog.
Maura: Yo estoy también orgulloso por tener algunos de ellos. No te conozco, luego me paso a tu blog.
nachito rules :::
es ke yo
soy campeona
para deformar nombres...
ja!
Por ejemplo,
a mi amigo tito,
le digo titus...
Y a mi amigo marco
le digo maraco...
Dejame ser!!!!!
beso beso
ceci!
pd.
Lo de "rules"
lo saque
de la Mtvla...
creo...
Gracias por tu visita.
ke linda historia:)
me pasee de nueo por aki, recordando ke ya lo hbia hecho alguna vez=)
mi gran sueño, es tb tener una libreria, para cuando tenga hijos, ellos se maravillen y tomen la costumbre de leer... eso sí.. buena lectura!
y tu?
cuando me visitas?
;)
Me alegra que el respeto fuera en ascenso, y me alegra que ya tengas tu biblioteca deseada!
hay veces que tan solo basta con tomar la decision postergada y listo!
esta vez, diste con la persona indicada...
que sean muchas más!
besos besos
Wow, no habrá uno de esos acá en México que me haga un nuevo librero? Elmío está sobre cargado de tantas cosas que le pongo encima! Saludos!
Me ha gustado tu blog. Y sobre todo este texto sobre la dignidad humana....
Saludos
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