El informático y mi ex
He estado 24 horas sin internet. Me sentía aislado del mundo, como si estuviéramos sentados al borde de la playa Robinson Crusoe y yo viendo pasar de lejos los barcos. Llegué a malhumorarme, qué absurdo. Total, que me armé de valor y llamé más de diez veces al servicio telefónico de mi proveedor de Internet para solucionar el problema. ¿Álguien conoce a alguna persona que le hayan arreglado un problema esos servicios telefónicos que resuelven problemas?
Así que al final pensé que me había entrado un virus de ésos malísimos que se comen el ordenador -Ñaaam ñammm- y le dije al informático de la oficina si podía pasarse por casa para solucionarme el asunto. Los informáticos son esas personas que se pasan horas con el Pc escribiendo palabras indescifrables, hablando sólos a cada cosa que ponen, y tras una o dos horas dicen "Ah, era muy sencillo, es de la configuración del router y la tarjeta PCM en formato cardbus". Luego intentan explicártelo; peor aún, que lo entiendas y tú te quedas mirándoles con cara de besugo. Y dices para parecer que no eres tonto: "No, si las tarjetas ésas PCM en el formato ése es lo que tienen"...
Esto de quedarte sin Internet es como olvidarse el teléfono móvil en casa. Uno se siente como si no llevara calzoncillos; cuando menos incómodo. Las mujeres lo tienen más fácil porque lo llevan en el bolso y no tienen que dejarlo por las mesas cada vez que se sientan. Porque es francamente extraña la sensación de estar en una reunión o comiendo con unos señores de 60 años, calvos y que te empiece a vibrar el teléfono en el bolsillo del pantalón. Hasta que te das cuenta de lo que es, piensas lo que no es.
En los bolsos se puede encontrar de todo. Son como unos grandes almacenes. Cuando estaba en la Facultad conocí a una chica que llevaba un destornillador de 30 centímetros. O sea, ni el que usa el atornillador del portaviones Ronald Reagan. Decía que lo llevaba por si la intentaban hacer algo malo en la calle.
Así que una noche yo empecé a pensar en el rollo de Instinto Básico y la historia del picahielo. Claro, ni yo soy Michael Douglas, ni ella era Sharon Stone, ni yo tenía un deportivo biplaza. Por aquel entonces conducía un pequeño Ford Fiesta, que el único parecido con el de la película era que también tenía dos puertas. Así que empecé a pensar si era una psicópata asesina, me entró el miedo y lo dejamos. Qué tonto. Hoy es la mujer de un buen amigo y, como las cosas evolucionan, ahora en vez de misil Tomahawk en versión destornillador lleva un spray de ésos que te paralizan y se te deben caer hasta las orejas, porque en el bote pone peligro en todos los idiomas y colores.
P.D. Conste que no tengo nada contra los señores de 60 y mucho menos contra los calvos.
6 comentarios:
Vaya! que cierto es lo que dices. Uno no puede estar sin internet... sales de tu casa sin el móvil y te sientes extraño. Nos vemos obligados a volver a buscar aquello que hemos olvidado. Las nuevas tecnologías nos tienen sometidos al 100%
Respecto a los informáticos: no hay que entenderlos porque hablan en otro idioma... mientras nos solucionen los problemas del pc, todo bien!
Vives en un hermoso país. Y bueno, de más está decir que tu blog me gusta mucho.
Gracias por tus visitas! Nos estamos leyendo.
Un abrazo!
jajajaja que risa...la verdad es que en mi bolso tengo miles de cosas...desde chocolates hasta ropa interior....asi somos las mujeres...
Vero y Carly: No sé qué es peor si el tema del mundo fantástico y misterioso de los bolsos o el del mundo extraño y oculto de los informáticos. Me superan los dos, mi grado de evolución no ha llegado hasta tal punto. Es el mundo contra mí. Jajajaja.
Gracias por vuestros comments.
Calcula que ayer estaba con internet, pero no funcionaba ni las webs de Blogger ni de Hotmail (aunque esto último ya no me extraña...)
Fueron horas eternas...
Todo por culpa del vicio cibernético :p
Saluditos!
Hola Nacho:
UF! Pues sí, imagínate, estos días he tenido problemas con la conexión y son eternas las horas de espera para que vuelva la señal. Además llamó a los de servicio técnico y no solucionan nada, así que hay que esperar que llegue uno a la casa a ver qué pasa, uf! También me pone de mal humor no tener conexión ( realmente adicta)
Y sobre las cosas que uno lleva en la cartera o bolso, jajaj es como el bolso de Mary Poppins, que tenía de todo! ( bueno en el mío no alcanza para una lámpara)
Saludos!
Su
Srta. Lee y Susana: Gracias por vuestros comments, le dan colores y matices a esta pequeña locura de los blogs.
Ah, claro, si cabe en vuestro bolso deberíais llevar un ordenador con impresora para estar conectadas a la Red en todo momento.
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